Todos hemos pasado por esto: estamos acostados, en la mitad de la noche, ojos bien abiertos, la mente acelerada o incluso con los ojos apretados, contando ovejas desesperadamente, intentando ignorar el hecho de que debemos levantarnos a trabajar en cuatro horas.
Pero no tengas miedo, tenemos algunos consejos que ayudarán a que te asegures de que cuando las luces se apaguen, puedas sumergirte en un sueño profundo y placentero.
10 Consejos para dormir mejor:
- Disfruta de la luz del día. El cuerpo tiene un reloj natural que nos hace sentir más despiertos y enérgicos durante las horas de luz, y nos indica que cuando oscurece es hora de ir a la cama. Por lo tanto, asegúrate de aprovechar al máximo el día.
- Hazte un tiempo para realizar ejercicio ligero de forma regular. Además de tener beneficios para la salud, el ejercicio físico puede ayudar a aliviar el estrés y provocar cansancio. Intenta subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, o estacionar en el extremo más alejado del estacionamiento. El ejercicio es una de las mejores maneras de ayudarte a dormir mejor.
- Limita tu exposición a la luz azul por la noche. Los teléfonos, las tablets y las computadoras portátiles emiten un tipo de luz azul específico que puede evitar que sientas sueño. Suspende el uso de tus dispositivos al menos media hora antes de ir a la cama y tómate el tiempo necesario para desenchufarte.
- Reduce el consumo de cafeína. La cafeína no es amiga del sueño. Entonces, ¿por qué no probar un té de hierbas, que naturalmente no contiene cafeína?
- Evita el alcohol. No hay alternativa; el alcohol y un buen sueño nocturno no combinan. Incluso un par de bebidas alcohólicas podrían ayudarte a conciliar el sueño más rápido, pero pueden afectar la calidad del sueño durante el transcurso de la noche, por lo que es más probable que te despiertes sintiéndote aturdido y no precisamente renovado.
- No comas tarde. En un mundo ideal, debes permitir que tu cuerpo digiera los alimentos durante tres horas antes de acostarte, por lo que te recomendamos que comas lo más temprano posible.
- Lleva una rutina. Tu cuerpo tiene un ritmo natural; acuéstate a dormir a un horario fijo y también intenta levantarte a la misma hora todos los días. Esto significa sacrificar ese tiempo extra en la cama los fines de semana y limitar las siestas a siestas reparadoras de modo que el reloj interno de tu cuerpo no se confunda.
- Realiza un ritual de sueño. Ya sea que disfrutes de un baño relajante, leer un libro en la cama u organizar tus ideas para el día siguiente escribiendo una lista, prueba diferentes métodos para ver cuál funciona mejor para relajarte.
- Diseña un santuario del sueño. Convierte tu dormitorio en un lugar relajado que invite al sueño. Iluminación agradable, sin desorden, e incluso quizás puedas optar por colores neutros. Las velas perfumadas también ayudan.
- La cama, el colchón y la almohada correctos. Asegúrate de que sean blandos o brinden el apoyo suficiente, según tu preferencia. No hay nada como una cama cómoda para ayudar a que duermas mejor.