Sus hábitos alimenticios durante el día juegan un papel en lo bien que duerme, especialmente en las horas antes de acostarse.
Seguir una dieta saludable para el corazón
Son sus patrones generales de alimentación en lugar de alimentos específicos, los que pueden marcar la mayor diferencia en su calidad de sueño, así como en su salud en general. Comer una dieta de tipo mediterránea rica en verduras, frutas y grasas saludables, y cantidades limitadas de carne roja, puede ayudarlo a conciliar el sueño más rápido y permanecer dormido por más tiempo.
Reduzca el consumo de alimentos azucarados y carbohidratos refinados
Comer mucha azúcar y carbohidratos refinados como pan blanco, arroz blanco y pasta durante el día puede desencadenar la vigilia por la noche y sacarlo de las etapas profundas y reparadoras del sueño.
Limite la cafeína y la nicotina
¡Es posible que se sorprenda al saber que la cafeína puede causar problemas para dormir hasta diez a doce horas después de beberla! Del mismo modo, fumar es otro estimulante que puede interrumpir su sueño, especialmente si fuma cerca de la hora de acostarse.
Evite las comidas abundantes por la noche
Trate de preparar la hora de la cena más temprano en la noche y evite los alimentos pesados y ricos dentro de las dos horas antes de acostarse. Los alimentos picantes o ácidos pueden causar problemas estomacales y acidez estomacal.
Evite el alcohol antes de acostarse
Si bien una copa puede ayudarlo a relajarse, interfiere con su ciclo de sueño una vez que está fuera.
Evite beber demasiados líquidos por la noche
Beber muchos líquidos puede resultar en viajes frecuentes al baño durante toda la noche.