El mindfulness puede ser una de las técnicas más prácticas para mejorar la salud y el bienestar. La atención consciente (o mindfulness) sugiere que la mente presta atención a lo que está sucediendo en ese momento, a lo que haces o al espacio en el que te mueves. Esto puede parecer banal, pero a menudo desviamos nuestro pensamiento de lo que sucede en el momento y nos preocupamos por otros asuntos que acaban de suceder o por el futuro, y eso nos produce ansiedad.
“La atención plena es la capacidad humana básica de estar completamente presente, consciente de dónde estamos y lo que estamos haciendo, y no abrumados por lo que sucede a nuestro alrededor.”
Normalmente prestamos atención a lo que estamos haciendo sólo con una pequeña parte de nuestra mente, mientras que el resto está en otra cosa.
Es agotador, ya que continuamente la lista de tareas pendientes, las preocupaciones y otros pensamientos no llevan a no prestar atención al ahora. Muchas personas acuden al mindfulness para aprender a descansar un poco y «apagar la voz en sus cabezas»
¿Qué ventajas tiene el mindfulness para mayores?
La evidencia nos está demostrando que puede ser un recurso muy valioso para mejorar algunos aspectos de la sintomatología de las demencias. Podría ayudar potenciando estrategias para la gestión de las emociones difíciles, sentimiento de soledad, baja autoestima, estados de ansiedad, estrés por dolor crónico o insomnio y trastornos del estado de ánimo.
En los últimos años mindfulness para mayores se viene aplicando en hospitales, consultas privadas, colegios y también en la estimulación ya que podría frenar el deterioro cognitivo.
Por otra parte ya se está trabajando con programas de estimulación para las actividades de la vida diaria (AVD), en las que, con ayuda del cuidador o auxiliar, se le indica a la persona mayor hacia donde debe dirigir su atención, siempre con una actitud de presencia consciente, atenta, con curiosidad y afecto. De esta forma se dota a la vida cotidiana de un significado terapéutico.
La meditación comienza y termina en el cuerpo. Implica tomarse el tiempo para prestar atención a dónde estamos y qué está sucediendo, y eso comienza con ser conscientes de nuestro cuerpo.
Pero no sólo eso, a través de la neuroimagen se evidencia que con la meditación se activan áreas de la corteza prefrontal y la corteza cingulada, abriendo nuevas redes neuronales que provocan cambios en la estructura cerebral, mejorando el procesamiento sensorial, la atención selectiva y ejecutiva. Es decir la meditación nos protege de algunas consecuencias del envejecimiento cerebral.
Beneficios que podemos conseguir gracias a la meditación
La investigación principal ha demostrado que cuando experimentas un estado de relajación, logrado a través de la práctica de la meditación consciente, los beneficios son muchos y de gran alcance, e incluyen:
- Disminuir los niveles de estrés
- Mejorar la habilidad para sobrellevar el estrés
- Disminuir la ansiedad crónica
- Afectar positivamente y disminuir los sentimientos depresivos
- Aumentar la experiencia de calma y paz interior
- Mejorar la habilidad para lidiar con enfermedades y / o dolor crónico
- Disminuir la presión sanguínea no saludable
- Disminuir la frecuencia cardíaca
- Desarrollo de la función inmune: menos resfriados y casos de gripe
- Incremento del enfoque mental, claridad en el pensamiento y la percepción
- Mejora de la función cerebral
- Aumento de los sentimientos de conexión con los demás.