El ayuno intermitente bien hecho, puede ser una herramienta más en nutrición para perder grasa y/o mejorar algunos parámetros cardiometabólicos. Ahora bien, los beneficios del ayuno intermitente a la hora de perder grasa vienen dados porque de manera controlada o incontrolada, el ayuno somete a restricción calórica al sujeto. Es decir, que si se pierde peso es porque el sujeto come menos calorías durante el día. Con respecto a los beneficios sobre la salud, la gran mayoría es por esa restricción energética.
Hay muchos protocolos para hacer el ayuno intermitente, pero uno de los más utilizados es el de 16/8 ya que es una opción sencilla. Este protocolo consiste en no ingerir ningún alimento (sí agua, té o infusiones) durante 16 horas y, las 8 horas restantes, hacer las comidas que se necesiten. Una opción sencilla sería saltarse la cena o el desayuno lo tendríamos listo aprovechando las horas de sueño.
Ahora bien, ni este protocolo sirve para todo el mundo ni en la mayoría de los casos es recomendable. Mucha gente le cuesta dejar de desayunar o cenar y se pasan el tiempo de ayuno pensando en comida y creando una mala relación con la misma que puede conllevar problemas muy graves en el futuro. Otros, deportistas por ejemplo o personas con un gasto muy elevado, deberían ingerir una cantidad muy alta de kcal en muy poco tiempo con lo que puede conllevar problemas gastrointestinales entre otras cosas.
No todo vale para todos, hay que atender al contexto individual de la persona antes de empezar a utilizar un protocolo y, por supuesto, siempre con la ayuda de un profesional del sector.