A lo largo de la historia primero se culpó a las grasas de ser las causantes de que engordemos. Más tarde pasamos a culpar a los carbohidratos de lo mismo. Entonces ¿de quién es la culpa de que engordemos?
A nivel general, tanto las bajas en grasas como las bajas en carbohidratos, son igual de efectivas para perder peso para la mayoría de población, siempre y cuando la ingesta total de calorías y de proteína sean iguales en ambas dietas. De hecho, no se encuentran grandes diferencias entre ambas ni en la pérdida de peso, ni en la mejora de del colesterol, tensión arterial, glucosa en sangre, ansiedad o depresión. Por tanto, ambos tipos de estrategias nutricionales tienen un efecto similar en la pérdida de peso ¿Y por qué ocurre esto? Pues porque siempre que se genere un déficit calórico continuo, es decir, comer menos de lo que gastas de manera sostenida en el tiempo, perderás peso.
El problema está en que se ha demostrado que tenemos cierta tendencia a subestimar las calorías que ingerimos y sobrestimar las calorías que gastamos. En otras palabras, comemos más de lo que pensamos y gastamos menos de lo que creemos. Esto sucede, entre otras cosas, porque solemos confundir el valor calórico de los alimentos con su calidad. De esta forma, a veces calificamos productos poco calóricos como buenos, pese a que no son muy recomendables. A la contra, calificamos como saludables algunos productos que, pese a serlo, hay que tener en cuenta su alto aporte calórico.
Por ejemplo, alimentos saludables como los frutos secos, el aceite de oliva virgen, el coco o el aguacate, contienen una alta cantidad de calorías y aunque su consumo es recomendable, éste no debe ser elevado si buscamos perder peso, ya que el aporte energético sumado al resto de nuestra dieta diaria puede ser excesivo.
Aun con todo, es importante matizar que, aunque el déficit calórico es imprescindible para perder peso, esto no significa que puedas comer cualquier tipo de alimentos siempre y cuando estés en déficit de energía. Los alimentos de donde provengan dichas calorías también importan. Tenemos que tener en cuenta, que el objetivo no es perder peso como tal, sino perder grasa y conservar o mejorar la masa muscular, además de mejorar nuestra salud. Por lo tanto, el reparto de nutrientes y la elección de los alimentos que conforman nuestra dieta no es algo baladí.
Por tanto, asegúrate de comer alimentos de calidad y controla las porciones para no pasarte de calorías.